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Revelaciones JOSÉ HERRERA PEÑA 14 mayo 2002. Los actos del 11 de septiembre no fueron obra de ningún terrorista suicida musulmán. Su planeación y ejecución fue resultado de la más alta y desarrollada tecnología. El desmoronamiento de las torres no fue causado por la combustión del combustible de los aviones -aunque haya ayudado- sino muy probablemente por la fusión de uranio empobrecido. Tales son las
escalofriantes conclusiones de tres investigaciones independientes entre
sí, reveladas por separado y en distintas fechas: la de Thierry
Mayssan, la del Résseau Voltaire y la de la organización “Comunistas
de Catalunya”. Mayssan es autor de un libro titulado <<La espantosa falsedad>>. Dio una conferencia el 8 de abril del año en curso en los Emiratos Árabes Unidos, auspiciada por la Liga Árabe, en presencia del cuerpo diplomático y de la prensa internacional, en la que aseguró que el Pentágono no fue atacado por ningún avion civil ni militar sino por un misil. El avión comercial, en todo caso, habría sido arrojado al Atlántico. Puso de relieve que el jefe de bomberos señaló que no había quedado "ningún resto voluminoso del aparato", ni ningún trozo de fuselaje, ni nada parecido", y que ni él, ni sus hombres, sabían qué había sido del supuesto avión. Agregó que las fotografías oficiales del escenario del atentado, tomadas y difundidas por el Departamento de Defensa, muestran que en el Pentágono no hay marcas de impacto achacables a un Boeing 757 por ninguna parte. En cambio, diversos testimonios y observaciones señalan la posibilidad de que el Pentágono haya sido atacado por un misil de última generación de tipo AGM, provisto de una carga explosiva hueca y de una punta de uranio empobrecido de tipo BLU, guiado por satélite GPS. Este artefacto tiene el aspecto de un pequeño avión civil y produce el silbido comparable al de un avión de caza, pero no es un avión. Se le puede guiar con suficiente precisión como para que entre por el ancho de una ventana, perfore los blindajes más resistentes y provoque un incendio instantáneo que desprenda un calor que alcance más de 2000º Celsius. Ha sido desarrollado conjuntamente por la Marina y el Ejército del Aire. Se lanza desde un avión. El que se utilizó en el Pentágono destruyó la parte del edificio en la que se estaba instalando el nuevo centro de mando de la Marina. El Résseau
Voltaire, por su parte, sostiene la existencia de una corriente
terrorista en el corazón del aparato militar norteamericano. No es la
primera vez que esta corriente planea atentados contra su propio pueblo.
Prueba de ello es la “Operación Northwoods”, elaborada durante la
administración Kennedy, pero bloqueada por éste. También revela los
lazos financieros ocultos entre las familias Bush y Bin Laden. Y se
pregunta, ¿a quien ha beneficiado este crimen? A un presidente débil
que no ganó por mayoría de votos, al complejo militar-industrial
norteamericano y a una economía estancada y vacilante. Los Comunistas de Catalunya, por último,
al analizar (3 mayo 2002) lo que ocurrió en las Torres Gemelas de Nueva York, aseguran
que en los aviones no había ningún grupo de árabes suicidas, como lo
prueban las propias listas de pasajeros. Además, en internet se
encuentra un informe bien documentado que señala que siete de los
diecinueve "suicidas" mencionados por el FBI están vivos y
algunos trabajan en compañías de aviación en sus países como
pilotos. Pero lo importante es esto: la estructura de las Torres Gemelas fue construida por el arquitecto Minoru Yamasaki para resistir no sólo el impacto del Boeing 747-300, avión de pasajeros cuyo peso total, incluyendo carburante y carga, es de más de 500 toneladas, sino aparatos más poderosos y pesados. Sin embargo, las torres no aguantaron los impactos de los Boeing 767-200, que pesan sólo 270 toneladas, es decir, la mitad de aquellos. ¿Por qué? Por otra parte, la estructura estaba chapada con una aleación de aluminio y plata coloreada contra incendios, que le permitían aguantar temperaturas de más de 2000º Celsius durante un par de horas. Pero el ingeniero Paul Boutin y el arquitecto Patrick di Justo publican en internet una ficha técnica muy curiosa sobre masa, energía, calorías, carburante e impacto teórico que los aviones produjeron sobre la Torres Gemelas y llegan a la conclusión de que la energía desprendida por ese conjunto de abstracciones teóricas equivale a más de dos por ciento de la desprendida por la bomba atómica en Hiroshima, y por consiguiente, muy superior a los 2000º Celsius. ¿Cómo se produjo este altísimo nivel de energía? El sistema contra incendios no funcionó, a pesar de que estaba compuesto no sólo por un sistema de extintores potentes antifuego sino también por agua fría contenida en todos los pilares de las torres, un total de más de 14000 m3 de agua para cada torre. ¿Por qué el sistema no funcionó? A pesar de que la gente quiere saber como pudo "colarse" un avión entero dentro de las torres sin destrozarse en el impacto, ningún organismo del gobierno norteamericano ha podido explicarlo. Normalmente, al chocar contra la estructura de las torres, los depósitos de combustible situados en las alas de los aviones habrían reventado y caído ardiendo por la fachada exterior. Las columnas de acero de los edificios estaban hechas a prueba de reactores, imposibles de penetrar. Sin embargo, los aviones entraron limpiamente dentro de los edificios, incluyendo alas y reactores, como si en lugar de hierro hubieran encontrado mantequilla. ¿Por qué? Los investigadores independientes plantean dos hipótesis: o bien se colocó una enorme carga hueca de un potente explosivo en la punta del avión, o bien se utilizó uranio empobrecido. La carga hueca tiene inconvenientes y limitaciones. De existir ésta, al tocar la fachada se habría producido una tremenda explosión que hubiera abierto un boquete y perforado la defensa blindada, pero no habría hecho penetrar el avión por entero. Además, el hueco dejado por la explosión no habría afectado al edificio. Gran parte del avión también habría caído con el carburante encendido por el exterior de la fachada. Pero a pesar de su relativa fragilidad, el avión penetró en su totalidad y al explotar en el interior del edificio elevó instantáneamente la temperatura a más de 2000º Celsius, quizá a más de 3000º, dejando inutilizados los sistemas automáticos contra incendios. Lo más probable, pues, es que se haya utilizado uranio empobrecido. La explosión del uranio empobrecido explica que se desprendiera una cantidad de energía equivalente a más del dos por ciento de la de la bomba de Hiroshima. El
uranio empobrecido es utilizado con los abundantes descartes de las
centrales nucleares, una manera eficaz de reciclar los residuos atómicos.
Este material se utiliza para reforzar el poder de penetración de los
proyectiles disparados por la artillería y los blindados. El uranio
empobrecido es extremadamente denso y pesado. Comparado con los 10 kilos
por litro de plomo, o los 7 kilos por litro de acero, el uranio pesa 18
kilos por litro. Su fuerza destructiva es mayor que la de las armas
convencionales no sólo por su peso y densidad sino también por su
naturaleza pirofórica que hace que se inflame en el momento del impacto
y con ese calor funda y ablande el blindaje más potente, penetrándolo
y explotando después por la fricción con el acero o el blindaje que
sea. La explosión tiene una potencia enorme y hace subir la
temperatura, ablandando y llegando a fundir todo el acero que abarque la
explosión al cabo de un rato. Es
probable, pues, que los aviones hayan llevado consigo una gran cabeza de
uranio empobrecido, quizá de cien kilos de peso, quizá más, y que los
reactores hayan sido rellenos en su parte delantera y sus alas
recubiertas con este mismo material. Este reforzamiento habría impedido
que las alas y los reactores se desprendieran, que no rebotaran contra
el blindaje de la estructura y que los aviones hayan entrado enteros a
los edificios, aunque con las alas relativamente plegadas. Por eso, el
bombero Tim McCauley declararía recientemente en Barcelona: “Lo que más
me sorprendió fue que un avión pudiera atravesar aquella mole de
hierro”. ¿Cómo fueron conducidos los aviones-proyectiles a sus objetivos? ¿Por medio de aeropiratas? Demasiado artesanal. Se les arrancaría el control a los sorprendidos e impotentes pilotos y habrían sido teleguiados por medio de computadoras. Una tecnología de esta naturaleza, en efecto, nunca habría podido ser manejada por aficionados terroristas. Luego
entonces... |