Historia y política

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José Herrera Peña

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índice

Semblanza


I. VIAJES

1. IDIOMAS

2. PARÍS

3. EUROPA

a) Italia

b) Los otros países


II. EL BOTÁNICO

TOURNEFORT

PLUMIER

LYNNEUS

PLANTAE SELECTAE

DE CANDOLLE

OTROS BOTÁNICOS

OBRAS DE APOYO

HUERTAS

JARDINES

RASPAIL

VON LIEBIG

BOUSSINGAULT

OTROS TRABAJOS


 III. NATURALEZA

1. LECLERC

2. JARDÍN DE PLANTAS

3. PRECURSORES

4. CONTEMPORÁNEOS

A.  LYELL

B. OTROS

5. MANUALES


IV. SOCIEDAD

A. Filosofía

1. BAYLE

2.  FRERET

3. D’ALEMBERT

4. DIDEROT

5. ENCICLOPEDIA METÓDICA

B) Biografía e historia

1. GIBBON

2. GIRARD

3. GAILLARD

4. CHATEAUBRIAND

5. MICHELET

6. OTROS

7. LAMENNAIS

8. OTRAS OBRAS

C. Literatura

1. Novela

2. Poesía y fábula


CONCLUSIÓN

_____________



FONDO MELCHOR OCAMPO

Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

 

A. GENERALIDADES

B. LOS TREINTA Y OCHO LIBROS




MELCHOR OCAMPO

algunos de sus libros

por

JOSÉ HERRERA PEÑA


II. EL BOTÁNICO

 

OTROS TRABAJOS

Estando en París, el joven Ocampo considera conveniente conocer lo que se ha hecho en materia de Análisis de trigos. Así que adquiere una obra de Balthazar Georges Sade que relata las experiencias propias para hacer conocer la calidad del trigo, principalmente a través del sonido de este grano. Además, contiene observaciones sobre las substancias vegetales de las que diferentes naciones hacen uso en lugar del pan[1].

En México leyó unas Memorias sobre el cultivo del maíz[2]. Así que ahora le interesa la Memoria del señor Parlamentier sobre el maïs, como se escribe en francés, o maíz, en español, según recomienda el autor que se escriba; memoria que éste rindió al comité François de Neufchâteau, respaldado por un Suplemento extraordinario[3].

También le atraen los Establecimientos agrícolas del señor Fellenberg, en Suiza[4]. A pesar de que desconoce a Landamman, autor de esta obra, los enterados del tema se la han recomendado animadamente. Sus experiencias podrían resultarle útiles para su hacienda de Pateo.

Durante su camino por la campiña francesa, sus amistades le regalarán el Tratado sobre vacas lecheras para conocerlas con una simple inspección del animal; qué cantidad de leche al día puede dar cualquier vaca, cuál es la calidad de la leche, y cuánto tiempo la vaca la mantendrá durante la nueva gestación. El libro incluye numerosas ilustraciones en grabado litográfico. En la primera página aparece una dedicatoria delicadamente manuscrita en francés: “A Monsieur Melchor Ocampo, souvenir d’estime. Jourdaine, es decir, al señor Melchor Ocampo, en recuerdo de mi estimación, Jourdaine[5].

Y a propósito de animales, hay que saber tratarlos no sólo vivos sino también muertos, es decir, hay que saber disecarlos. Tal es la razón por la que adquiere el manual del naturalista preparador o arte de disecar y empajar animales y conservar vegetales y minerales, de Boitard[6].

Mientras tanto, se hace de un trabajo en inglés llamado Trabajos sobre agricultura y economía rural de Johnston[7]; de otro en francés titulado Magnos principios de agricultura[8] y en este mismo idioma, de un tratado sobre las enfermedades de las papas[9].

Y ya que está en el tema de los padecimientos, tomando en cuenta que una de las características de ciertas plantas son sus propiedades curativas, Ocampo muestra buena disposición para ampliar sus conocimientos en la materia. En casa tiene obras clásicas como Flora, libro de medicina, en castellano[10]; horti medici, en latín[11], palyanthea medicinal, en portugués[12], patología general[13] y medicina sicológica en castellano[14], e incluso obras especializadas, como La hidropatía[15], Reflexiones médicas sobre la diabetes[16] y varias más.

Sin embargo, no deja de ser escéptico en la materia. En México, siempre ha tenido más confianza a un herbolario que a un médico. En una de sus cartas escribirá que es lástima que se haya adelantado tanto en el arte de matar al hombre y casi nada en el de curarlo. En cuanto a su propia salud, tiene la certeza de que ésta se debe más a las largas caminatas -de las que disfruta- que a su propia juventud.

Francia, a pesar de los sacudimientos profundos que ha experimentado, ha desarrollado un magnífico sistema de transporte urbano y ha alcanzado niveles notables en ciencias, artes y vida social. Ahora tratará de identificar los posibles avances que ha hecho en medicina, aunque siempre con mesura y prudencia. En México leyó una obra de Tissot que le interesó mucho por tratarse de las enfermedades más comunes de la gente del campo[17]. Aquí ya ha leído algunas páginas escritas por su amigo, el profesor de botánica en la Facultad de Medicina de París, Achille Richard. Cierto, sus Elementos de historia natural médica[18] lo han convencido, en principio, de sus efectos sobre cuestiones de salud, y probablemente a sugerencia de él, adquirirá la Flora pintoresca y medicinal[19], que podría considerarse obra paralela a la anterior, aunque diferente, para juzgarla conforme a su propio criterio.

Pero el Manual de la salud, de François-Vincent Raspail, aunque no le parece demasiado malo, lo vuelve a poner en estado de alerta[20]. A Raspail también ya lo conoce. Ha puesto la medicina al alcance del pueblo, aunque quizá, como todos los médicos de la época, es mejor botánico, químico y agricultor, que médico. No porque le falten conocimientos, no, sino porque ha sido tan poco lo que se ha logrado en esta materia, que a pesar de las buenas intenciones de este galeno revolucionario hacia sus semejantes, son escasas las posibilidades reales de ayudarlos, en numerosos casos .

Ya posee tres obras de este autor: Curso de agricultura[21]; Química orgánica[22] y Elementos de fisiología vegetal[23]. Todas son obras maestras; pero su manual médico lo desalienta en algunas cosas. Los consejos que prodiga a los jorobados, por ejemplo, para que se yergan y tomen la posición erecta a base de voluntad y frotaciones con pomada alcanforada -tratamiento que no por inofensivo deja de ser ineficaz- lo vuelve a hundir en sus dudas en esta materia.

 


[1] Balthazar Georges Sage, Analyse des blés et expériences, Paris, de l’imprimerie Royale, 1776. Aparece en el número 257 de la lista de los albaceas bajo el título “Analice des bles”. Anotación de Arreola: “(¿blese?)”.

[2] “Memorias del cultivo del maíz”, número 181.

[3] Supplément au mémoire de M. Parlamentier sur le maïs ou plutôt maíz. Comité François de Neufchâteau, Paris, Madame Huzard, 1817. Aparece en la lista de los albaceas en el número 282 bajo el título “Supplément au Memoires de Parmantier (París 1817) Vid. Cat.”.

[4] Heer. Landamman de Glaris, Les établissements agricoles de M. Fellenberg, Genève, 1808. No aparece en la lista de los albaceas, pero sí en la biblioteca de la sala Melchor Ocampo.

[5] François Guenon, Traité des vaches litières, pour connaître à la simple inspection de l’animal, 2e édition, Bordeaux, imprimerie de Balarac Jeune, 1840. No aparece en la lista de los albaceas, pero sí en la Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

[6] Pierre Boitard et Emmanuel Canivet, Manuel du naturaliste préparateur ou l’art d’empailler les animaux et de conserver les végétaux et les minéraux, 2e édition., Paris, Roret, libraire, 1828. No aparece en la lista de los albaceas, pero sí en la Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

[7] Johnston, Works on agriculture and rural economy, third edition, William Blackwood and sons, Edinburgh, 1844. No aparece en la lista de los albaceas, pero sí en la biblioteca de la sala Melchor Ocampo.

[8]Magne principes d'agriculture, número 267.

[9]Maladies Despommes de terre”, número 354. Anotación de Arreola: “(?)”.

[10] “Flora. Libro de medicina”, número 142

[11] Horti medici”, número 394.

[12] Curvo Semmedo, Joam, Palyanthea medicinal: noticias galenicas, e chymicas, repartidas en tres tratados, Lisboa, na officina de Miguel Deslandes, 1697. No aparece en la lista de los albaceas, pero sí en la Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

[13] “Patología general”, número 186.

[14] “Medicina sicológica”, número 109. Anotación de Arreola: “(Será fisiológica?) Puede corresponder a Repertorio de conocimientos útiles, traducido del inglés. Contiene Fisiología animal, termómetro y pirómetro, Química, Matemáticas, Geografía matemática, Geografía física. Barcelona, 1834)”.

[15]La hidropatía”, número 188.

[16]Reflecciones médicas sobre la diabetes”, número 185.

[17]Tratado de las Enfermedades más Fuertes de la Gente del Campo, por Mr. Tissot”, número 174. Anotación de Arreola: “(Debe decir frecuentes en vez de fuertes”).

[18] Achille Richard, Eléments d'Histoire naturelle médicale, Paris, Bechet Jeune, 1831. No aparece en la lista de los albaceas, pero sí en la biblioteca de la sala Melchor Ocampo.

[19]De seonartil. Flore pittoresque et médical, número 468.

[20] “Manuel de la santé”, número 207.

[21] François-Vincent Raspail, Cours élémentaire d’agriculture et d’économie rural, Paris, chez classique de L. Hachette, 1832.

[22] F. V. Raspail, Nouveau système de chimie organique, Paris, 1837.

[23] F. V. Raspail, Nouveau système de physiologie végétal y botanique, Paris, 1837.


III. NATURALEZA

1. GEORGE-LOUIS LECLERC

















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