índice
Semblanza
I.
VIAJES
1.
IDIOMAS
2.
PARÍS
3.
EUROPA
a)
Italia
b)
Los otros países
II.
EL BOTÁNICO
TOURNEFORT
PLUMIER
LYNNEUS
PLANTAE
SELECTAE
DE
CANDOLLE
OTROS
BOTÁNICOS
OBRAS
DE APOYO
HUERTAS
JARDINES
RASPAIL
VON
LIEBIG
BOUSSINGAULT
OTROS
TRABAJOS
III.
NATURALEZA
1.
LECLERC
2.
JARDÍN DE PLANTAS
3.
PRECURSORES
4.
CONTEMPORÁNEOS
A.
LYELL
B.
OTROS
5.
MANUALES
IV.
SOCIEDAD
A.
Filosofía
1.
BAYLE
2.
FRERET
3.
D’ALEMBERT
4.
DIDEROT
5.
ENCICLOPEDIA METÓDICA
B)
Biografía e historia
1.
GIBBON
2.
GIRARD
3.
GAILLARD
4.
CHATEAUBRIAND
5.
MICHELET
6.
OTROS
7.
LAMENNAIS
8.
OTRAS OBRAS
C.
Literatura
1.
Novela
2.
Poesía y fábula
CONCLUSIÓN
_____________
FONDO MELCHOR OCAMPO
Biblioteca
Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
A.
GENERALIDADES
B.
LOS TREINTA Y OCHO LIBROS
|
MELCHOR
OCAMPO
algunos
de sus libros
por
JOSÉ
HERRERA PEÑA
II. EL BOTÁNICO
CAROLI LYNNEUS
En sus recorridos por las librerías de París, el
joven Ocampo se encuentra con las obras fundamentales de Carlos Lineo: Sistema
de la naturaleza, Género de las plantas, Filosofía botánica
y Obras de botánica, y aprovecha la oportunidad para ampliar sus
conocimientos sobre el autor.
Hijo de un pastor sueco sin fortuna, Lineo conoció una
juventud austera y estudiosa. Estudió medicina (la botánica era una rama
de la medicina) y en 1732, la Sociedad de Ciencias de Upsala lo envió a una expedición en Laponia, donde descubrió maravillado una flora desconocida.
Tres años después publicó un informe científico sobre sus
descubrimientos, en latín, titulado Flora lapponica.
Y en
seguida adquirió el título de doctor en medicina en una pequeña
Universidad de los Países Bajos, del cual logró reconocer su equivalencia
en Suecia gracias a sus relaciones y no a otra cosa.
En 1735 publicó en Leyde,
siempre en latín, un opúsculo de siete páginas, en el que expone su método de
clasificación, al que llamó Sistema de la Naturaleza: dos páginas
para los minerales, tres para las plantas y dos para los animales. La obra
creció de edición en edición hasta llegar a cinco gruesos tomos. Pronto
se convirtió en la biblia de los naturalistas. El joven michoacano se hace de
ella.
Lineo fue al paso del naturalista inglés John
Ray y del francés Sebastián Vaillant, pero llegó más lejos que ellos. Desde el siglo XVI,
los naturalistas habían acumulado empíricamente una masa caótica de
informaciones, sobre todo procedentes del Nuevo Mundo, a la que ya era
necesario poner orden. El científico sueco reorganizó ese saber según un
sistema preciso de clasificación, para elaborar el cual se inspiró no sólo
en Tournefort (y en Plumier) sino también en John
Ray,
botánico del fin del siglo XVII, así como en su definición del concepto
de especie: “conjunto de individuos que engendran, por la reproducción,
otros individuos parecidos a ellos”.
Para estructurar su sistema binominal
-basado
en el género y en la especie- inventó un lenguaje internacional de
denominación de plantas -que extendería a los animales- derivado del latín,
o de su forma vernácula latinizada, o incluso del nombre de su descubridor
latinizado, gracias al cual todo vegetal o todo animal, ya encontrado o por
encontrarse, puede ser identificado.
A despecho de las resistencias que encontró, la
clasificación de Lineo representa un modelo que sería seguido por todas
las generaciones de naturalistas. Los propios colaboradores de Buffon,
quienes se volverían sus oponentes más encarnizados, terminaron por
aceptarlo, a pesar de la certitud anticientífica en la que está fundada,
que expresó con las siguientes palabras: “contamos hoy con tantas
especies como fueron creadas en los orígenes del mundo”. Tal fue su
credo, fiel al mito bíblico de la creación, por lo cual su sistema botánico
no resistiría el empuje conceptual de los teóricos del transformismo y de
la evolución; pero su nomenclatura, en revancha, permanecería en uso.
Todavía lo está.
Todas sus obras las escribió en latín. En 1737
publicó su Género de las plantas, que Ocampo no dudaría en
adquirir.
A partir de 1738, Lineo empezó a ejercer la medicina y poco después
fundó la Academia de Ciencias de Suecia -encargada de entregar en nuestros
días el premio Nóbel-; pero pronto abandonó la práctica profesional y
prefirió seguir haciendo sus investigaciones y escribiendo sus obras. En
1751 dio a la prensa su Filosofía Botánica, que Ocampo incorpora a
su tesoro bibliográfico.
Y más tarde, publicó sus Obras de botánica en ocho tomos, de las
que el joven abogado también se apropiaA su paso por Suiza, se haría de otro estudio, en alemán, del mismo
autor.
Lynneus,
Systema naturae.
Se
encuentra en la lista de los albaceas con el número 312 bajo el título
“Lineo. Sistema de vejetales”.
Anotación de Arreola:
“(En el original: vejetales)
(Se trata de la edición de París, 1827. Esta obra aparece en el
Catálogo con 5 tomos, de los cuales se entrega solamente uno)”.
“Linnalea
ein Joumal für die Botanisch”,
número 439.
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