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José Herrera Peña

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Los gigantes

 

Los gigantes parecen haber sido no tanto figuras legendarias o entes mitológicos cuanto personajes realmente históricos. O, si se quiere, prehistóricos.

La Biblia, por ejemplo, hace referencia a los gigantes con naturalidad y frecuencia. Su estatura era de tres a cinco metros aproximadamente. En varios casos se mencionan sus nombres. Goliat y Sansón son dos de los más conocidos y, por cierto, de los últimos existentes, pero no los únicos.

Antes, "por aquella época -dice Moisés- cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y éstas les dieron descendencia, llegaron los gigantes a la Tierra. Son los esforzados varones de los primeros tiempos. Los héroes famosos".

Las referencias a los gigantes se encuentran en Génesis VI, Números XIII, Deuteronomio III, Josué XII, XIII, XV y XVII, Samuel XXI, Crónicas XX, Job XXVI y Apocalipsis XX.


Supuesta huella de gigante en Glen Rose, Texas, en la ruta de los dinosaurios
Foto: Glen J. Kuban

Por otra parte, casi todos los pueblos del mundo, tanto los históricos como los prehistóricos, evocan constantemente a los gigantes. Los griegos los mencionan muchas veces. Atlas, Hércules, Prometeo y los Cíclopes no son más que unos cuantos de los más populares.

De esos seres gigantescos nos hablan también las poesías del país de Gales y las zagas de Escandinavia, los cantos primitivos de Nueva Guinea, las antiguas tradiciones hindúes, las leyendas incaicas y los libros secretos de los monjes tibetanos.

En los Anales de Cuautitlán del Códice Chimalpopoca hay un poema que describe a estos grandes personajes:

Y en este Sol vivían los gigantes.

Decían los viejos que se saludaban,

que los gigantes se saludaban:

"No se caiga usted".

Porque el que se caía,

se caía para siempre.

 

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