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I II 4. Vida III IV V
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El
nicolaicismo frente a los retos del mundo actual José
Herrera Peña II 4. VIDA. Vasco de Quiroga es un hombre al que le toca vivir dos grandes periodos de la historia universal. El primero es la unificación de España bajo el gobierno de los reyes católicos así como el descubrimiento del mundo nuevo. El segundo, el asombroso proceso de expansión universal de España bajo el cetro del emperador Carlos V. 4.1.
Poco
se sabe del fundador del nicolaicismo antes de su llegada a la Nueva España. No
se conserva el registro de su nacimiento. Pero sí se sabe que vino al mundo en
Madrigal de las Altas Torres, quizá en 1570, en el mismo pueblo en el que
veinte años antes naciera Isabel, reina de Castilla. 4.2.
Se sabe también
que procedía de una familia con títulos nobiliarios y blasones de guerra. Sus
antepasados se distinguieron por haber rechazado el empuje de los moros, y uno
de sus parientes es nada menos que cardenal de la iglesia católica: Gaspar
de Quiroga, arzobispo de Toledo y Primado de España. 4.3.
Él,
por su parte, estudia
Derecho en la Universidad de Salamanca, una de las tres mejores universidades
del mundo (las otras dos son las de París y Bolonia). A punto de terminar sus
estudios, ocurre el descubrimiento de la nueva ruta a las Indias, a través del
Atlántico, que pronto se aclara que lleva a un mundo nuevo. Ante sus
sorprendidos ojos aparecen no sólo nuevas islas, nuevos continentes
-cordilleras, ríos, lagos, mares, valles, selvas, desiertos-, nuevos paisajes,
nuevos vegetales -árboles, helechos, plantas, flores y frutos- sino también
nuevos hombres, nuevos pueblos, nuevas sociedades organizadas, con otras ideas,
otras inquietudes, otros modos de ser. 4.4.
A ese mundo nuevo
se le sigue llamando Indias, y a sus habitantes, indios, a pesar de que se sabe
que no lo son, porque las Indias se encuentran en el extremo opuesto de la
Tierra. Pero fuera de España, se le empieza a llamar América y a fin de
cuentas se
descubre que es un nuevo continente, cuyo perfil se irá configurando
paulatinamente en los mapas de la época. 4.5. A partir de entonces, el abogado Quiroga, convertido en juez, es testigo de acontecimientos universales que sacuden el alma de Europa, y que oscilan entre el estupor y el horror, entre la esperanza y el espanto. 4.5.a.
Por una parte, se dilatan no sólo las
fronteras del universo físico sino también las del intelecto humano. "La
gente se familiariza con lo extraordinario –dice Tena Ramírez-, hace de lo inédito
lo habitual y se lanza hacia lo increíble... Apura la realidad hasta excesos de
idealismo y hace del idealismo una realidad". Además,
hace cuarenta años, en 1456, para ser exactos, Gutemberg imprimió la Biblia
por miles de copias, y a partir de entonces, se reproducen las obras maestras de
los grandes pensadores de ayer y de hoy. La sed de saber se intensifica. 4.5.b.
En
contrapartida,
las guerras entre
moros y cristianos y la victoria de estos sobre aquellos no ha sido suficiente
para acabar con las matanzas. Por razones de Estado –bajo las cuales se han
justificado los más horrendos crímenes en todos los países y en todos los
tiempos-, la reunificación de España obliga a los monarcas a acabar con la
tolerancia de cultos y a imponer la religión católica a musulmanes y judíos
españoles. Algunos huyen. Otros se convierten. Muchos siguen manteniendo
ocultamente sus creencias. 4.5.b.1.
A los judíos, se
les ordena que cosan en sus ropajes, a la altura del pecho, la estrella de
David, para ser reconocidos públicamente como tales, como se haría durante el
siglo XX en
los territorios ocupados bajo la bota nazi. Se les arroja a los calabozos de la
inquisición. Son quemados vivos en las hogueras. Mueren miles. Se les seguirá
persiguiendo hasta el fin del reinado de Isabel. 4.5.b.2.
En el nuevo
mundo, los indios son marcados como bestias, convertidos en esclavos y
asesinados, como lo denuncia horrorizado fray Antón de Montesinos, muerto a
palos por los españoles, y lo seguirá denunciando su discípulo Bartolomé de
las Casas. 4.5.b.3. En esta materia, sin embargo, la política cambia. Cuando fallece la reina en 1504, a los 53 de edad (Quiroga ya tiene 34) deja en su testamento la orden a su hija Juana y la rogatoria a su esposo Fernando que traten bien a sus vasallos indios, que respeten sus vidas y propiedades, que los conviertan con dulzura a la religión, y que si agravios se les hubieren hecho, que los reparen. En esa voluntad, entre otras cosas, con efectos de ley para sus sucesores, se fundará el abogado Vasco de Quiroga, en su oportunidad, para realizar su inmortal obra.
4.6. La sucesión del trono de España no se resuelve a favor de Juana, que se vuelve loca, sino de su hijo Carlos I, de dieciocho años de edad, que se convertirá más tarde en emperador Carlos V de Alemania, con quien toma fuerza el proceso expansionista hispánico. Por lo pronto, según Cristóbal Cabrera (auxiliar de Quiroga por varios años, quien diecisiete después de su muerte, en 1582, escribiría su biografía en Roma), el juez resuelve durante muchos años las controversias entre súbditos del emperador cristianos, judíos y sarracenos, tanto en África como en España. Tena Ramírez supone que es juez de residencia en Orán y en Murcia. En todo caso, gana un gran prestigio por su honestidad sin tacha y su alto espíritu de justicia. 4.7. Al regreso al palacio real, el emperador le ofrece tres opciones: ser magistrado en España, tener un cargo en el tribunal de la inquisición o ser magistrado en las Indias. Quiroga ya tiene sesenta años. Falta poco para que se retire de la vida pública. Pues bien, se mete en un templo y no sale hasta que toma la decisión. Al escuchar el coro que canta: "Sacrificad sacrificios de justicia y esperad en el Señor. Son muchos los que dicen: "¿Quién va a favorecernos?" -se define. Esa frase la convierte en su divisa y la inserta en su escudo de armas. Ve a los indios que claman: "¿Quién va a favorecernos?" Así que va con el emperador y le dice que está dispuesto a "sacrificar el sacrificio de justicia"; que declina las honrosas posiciones que le ofrecen en España; que acepta la magistratura en Indias y que espera que "el Señor lo ayude" a enseñar a sus habitantes “las cosas de la fe y de las buenas costumbres”. 4.8. Una de las primera comisiones del gobernador y magistrado Quiroga en la Nueva España será juzgar a Hernán Cortés y a Nuño de Guzmán, los conquistadores de México y Michoacán, respectivamente. Al primero lo absuelve. Al segundo, lo condena. 4.9. Pero el panorama social que le ofrece el nuevo mundo al gobernante es desolador. Carlos V ha permitido el restablecimiento de la esclavitud. Los indios, cuando no han sido herrados y esclavizados, han huido y se han dispersado. Las viudas y los huérfanos arrastran su miseria. Los mutilados y enfermos dan lástima. “Los pobres –según sus informes- comen lo que les dejan los puercos y los perros”. 4.10.
En América, el oidor descubre su vocación, que no había tenido oportunidad de
manifestarse antes. Aparece un hombre nuevo. El juez neutro e imparcial se
convierte en litigante y empieza a defender inusual y apasionadamente a los
desheredados en forma combativa, resuelta, parcial. Así realiza su perdurable
obra, de los sesenta a los noventa y cinco años de edad. Por eso, Francisco
Javier Alegre dirá que "es uno de esos genios que produce tarde la
naturaleza". 4.10.a.
Entre sus obras
escritas conocidas más importantes se encuentran su Carta
al Consejo (1531), la Información en
Derecho (1535), las Ordenanzas de
los Pueblos-hospitales de Santa Fe, y su Testamento (1565). 4.10.b.
Siendo
magistrado, funda de su propio peculio los hospitales-pueblo de Santa Fe; uno en
México, al que bautiza Santa Fe de Los Altos, en 1532, y otro al año siguiente
en Michoacán,
Santa Fe de La Laguna, según le llama al lago de Pátzcuaro. Más tarde fundará el de Santa Fe del Río, en 1538. 4.11.
En 1537, tres años
después de su Información en Derecho,
a los sesenta y siete de edad, el emperador lo nombra obispo y
ordena que se le de posesión de inmediato. "Me arrancaron de la
magistratura –dice Quiroga- y me pusieron al timón del sacerdocio, por mérito
de mis pecados. A mí, inútil y enteramente inhábil para la ejecución de la
gran empresa; a mí, que no sabía manejar el remo, me eligieron primer obispo
de Michoacán. Y así sucedió que antes de aprender, empecé a enseñar..." 4.12.
Finalmente, tres años después, en 1540, funda en Pátzcuaro el Colegio de San
Nicolás Obispo.
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