Política e historia

José Herrera Peña

Quien es el editor

 




México 2001


Portada

Sección Política

Enlaces

Ilustraciones

Temario


Información sobre MEXICO
  

 

 

 

 

Temas generales

¿Demasiado tarde?

¿Quién fue?

No hay dudas

Olor a petróleo

La tomenta no cesará

Condolencias

La guerra y la paz

Oleajes históricos

Lista roja

Rescate de la historia

Desarrollo político

Mi cena con Trudeau

El mensaje de las urnas

¿Y después de la democracia?

Globalidad en español

Falta congruencia

El rey ha muerto

A 190 años...

Política interior

Quién lo dijera: el PRI

¿Dictadura?

Transición permanente

Carrera política en juego

Transición democrática

Propaganda y realidad

El necesario equilibrio

El combate a la corrupción

¿Qué nos dice el censo poblacional 2000?

Chiapas, mitos...

Reforma del Estado

Política exterior

México contra el terrorismo

Terrorismos

Injustificable

¿Ataque armado?

Inteligente cesión de soberanía

Cambio de política exterior

Partidos políticos

El dinero de los partidos

Nuevos partidos políticos

Fuerzas armadas

El ejército y Vicente Fox

El caso del general Gallardo

Gallardo sigue siendo general

Se exige liberación de Gallardo

Gallardo protesta

¿Ignorancia o mala fe?

La reforma de las Fuerzas Armadas

Guerrillas

El EPR dijo no al IFE

El ERPI también se niega

Guerillas en México

Justicia electoral

Michoacán

Candidaturas independientes

Otros

Falta congruencia
Catón

Llamada de atención
Catón

Un buen principio
Catón

Olor a petróleo

JOSÉ HERRERA PEÑA

16 octubre 2001. No sabemos si Osama Bin Laden es o no responsable de los atentados contra Nueva York y Washington. Probablemente no lo es. Y si lo es, tuvo que contar con la participación de los servicios de seguridad norteamericanos. De cualquier manera, él jamás lo admitirá ni lo negará, y menos después de convertirse en una celebridad mundial. Pero en caso de que la red de este árabe ultraderechista haya cometido dichos atentados, y sin regatearle el pavoroso daño material y moral que causaron, los resultados políticos que obtuvo han sido contraproducentes.

¿Quién es el ingeniero Osama Bin Laden? Todos sabemos que es un distinguido universitario multimillonario, emparentado con la familia real de Arabia Saudita, que habla varios idiomas, que lleva una vida casi ascética, y que su fortuna se deriva del petróleo y de la construcción. Lo que se conoce menos es que la familia Bin Laden y la familia Bush tuvieron hace tiempo estrechas relaciones de amistad; que George W. Bush y Osama Bin Laden se apoyaron y protegieron mutuamente, y que Osama ha acrecentado su fortuna no sólo a través de especulaciones bursátiles y construcciones, sino también, según parece, del narcotráfico y lavado de dinero, así como de negocios de petróleo y gas.

Según Francesco Piccione, que escribe en Il Manifesto, de Italia, los Bush y los Bin Laden se conocen desde hace cuarenta años aproximadamente. Dos de los Bin Laden, Muhammad y Salem, padre e hijo, murieron al estrellarse sus aviones; uno en 1968, en los campos petroleros de Bush padre, en Texas, y el otro, veinte años después, en México.

Tenía Osama 19 años cuando abandonó la vida de potentado que llevaba en Arabia Saudita y se unió a los guerrilleros afganos que resistieron la invasión de las tropas soviéticas. Al principio cooperó con dinero y luego se convirtió en jefe militar. El director de la CIA William Casey consiguió que el Congreso, durante el gobierno de Ronald Reagan, lo proveyera permanentemente de fondos para sostener a sus mujaidines. Pero luego, logró que se le apoyara con armas. El periodista paquistaní Ahmed Rashid, en su obra Talibán: Islam militante, petróleo y fundamentalismo en Asia Central, revela que en 1986 el mismo Casey viajó hasta los refugios de los mujaidines en Afganistán y Paquistán para dar su respaldo a los que consideraba combatientes por la libertad. "Casey convenció al Congreso norteamericano que se les proveyera de misiles antiaéreos para derribar las aeronaves soviéticas y de asesores militares para las guerrillas. La ayuda incluyó el reclutamiento de musulmanes radicales de todo el mundo para que se unieran a los mujaidines".

Según los cálculos del periodista paquistaní, durante diez años, de 1982 a 1992, alrededor de 35 mil radicales musulmanes de 43 naciones islámicas del Medio Oriente y del norte y este de África así como de Asia central, tuvieron su "bautismo de fuego" peleando con los mujaidines afganos que recibían financiamiento de la CIA. Todos eran y son miembros de Al-Qaeda (La Base) de Bin Laden. Vencer al ejército de una superpotencia, como el de la URSS, demostró a sus ojos la capacidad de los guerreros musulmanes para derribar colosos.

A medida que se redujo el financiamiento norteamericano, la región fue convirtiéndose en productora y distribuidora de heroína y opio. Lo que antes se conoció como "ruta de la seda", ahora lo es de los estupefacientes. Tan sólo en 1999, Afganistán produjo 4 mil 600 toneladas de opio. Según cálculos de Naciones Unidas, 70% de la heroína consumida en Europa llega desde ahí. La revista Newsweek publicó recientemente que la mitad de la heroína afgana ingresa a territorio europeo a través de las repúblicas ex soviéticas, en especial de Tadzikistán. El gobierno Talibán, al prohibir recientemente la producción de opio, hizo aumentar su precio de cien a ciento cincuenta dólares el kilo.  Informes de la Fuerza Antinarcóticos de Pakistán calculan que a fines de este año podría alcanzar mil dólares.

Por lo que se refiere a las especulaciones financieras de Osama, nunca fueron ni han sido esclarecidas, ni antes ni después del 11 de septiembre. Pero la organización Al-Qaeda cuesta. Es probable que sea sostenida con el tráfico de drogas y el consiguiente lavado de dinero. En la obra Ojos Vendados, de Oppenheimer, se relata que George Bush defendió a Bin Laden antes de los atentados, diciendo que querer investigarlo era una "intervención ilegal" en los mercados del dinero y en las redes bancarias.

Ahora bien, las diferencias entre los dos amigos surgieron aparentemente por cuestiones de petróleo. El Departamento de Energía de Estados Unidos, en un documento informativo difundido después de los ataques contra EEUU, señala: "Desde el punto de vista energético, el significado de Afganistán emana de su posición geográfica como una ruta de tránsito potencial para exportaciones de petróleo y gas natural de Asia central al mar Arábigo".

Por otra parte, según Hamid Mir, biógrafo oficial de Bin Laden, el gobierno de EEUU, irritado porque los Talibán no otorgaron a la empresa Unocal la concesión para construir un gasoducto, que empezará en Turmekistán y terminará en Pakistán, y el cual tiene que pasar necesariamente por Afganistán, pensó en intervenir militarmente en este país para obtenerla, de grado o por fuerza. El proyecto de cinco mil millones de dólares la obtuvo la compañía Bridas, de Argentina. Luego entonces, el conflicto entre las empresas petroleras podría haber sido lo que produjo la tensión entre EEUU y el régimen Talibán. De repente, los grandes amigos, Bush y Bin Laden, se volvieron grandes enemigos. En este contexto ocurrieron los atentados.

El rostro del conflicto también está surcado por ideas religiosas y políticas, por supuesto. Los dos, Bin Laden y Bush, son fundamentalistas: uno islámico y el otro protestante. Pero aquél se molestó porque durante la guerra de Irak, que ocurrió en la presidencia de Bush padre, se estableció una base militar norteamericana en Arabia Saudita, su tierra. Este acto lo considera como una profanación, por encontrarse allí La Meca y Medina, dos de los lugares sagrados del Islam. Haber expresado su inconformidad le valió el destierro. Por eso, Bin Laden jura que no descansará hasta que dicha base naval sea desmantelada. Y ha aprovechado la ocasión para pedir asimismo la creación del Estado Palestino y la suspensión del bloqueo aprobado por la ONU contra Irak.

Ahora bien, si a nivel político, los dos amigos, Bush y Bin Laden, se distanciaron, tal parece que, a nivel de negocios, chocaron. Sus intereses antagónicos despiden un fuerte olor a gas y a petróleo. Esto es probablemente lo que causó el derrumbe de las torres gemelas y la destrucción del Pentágono. Se ignora quién lo hizo. Podrían haber sido muchos. Pero en caso de ser el árabe, a pesar de la admiración que despertaron los actos terroristas en las masas islámicas, y en otras no tan islámicas, el resultado final fue que, en lugar de debilitar a Bush, un presidente tachado de ilegitimidad, lo fortaleció. Y ahora, éste tiene no sólo el apoyo político total en su propio país sino también el de todas las potencias del mundo.

Por eso se reitera que, en este sentido, Bin Laden obtuvo resultados contraproducentes. A menos que esto, fortalecer a Bush, sea lo que se haya propuesto…

 

jherrerapen@hotmail.com

   


Portada

Sección Política

Enlaces

Ilustraciones

Temario